viernes, 3 de enero de 2014


Psicoanálisis Post-Freudiano; del 1945 al 1969

Teoría: Centrada en el conflicto inter-subjetivo. El interés se desplaza a la teoría de las relaciones de objeto (o con el objeto), se reconoce y prioriza la importancia del objeto y el otro. (Klein, Lacan, Bion, Bouvet, Winnicott).
Se desarrolla la perspectiva genética o evolutiva que prioriza el rol del objeto en la constitución y funcionamiento del  psiquismo temprano

Práctica: El núcleo del nuevo modelo técnico se centra en el concepto de contratransferencia y se redefine la imagen y el proceder del analista. La práctica se amplía e incluye a niños y psicóticos
Cuadro clínico de referencia: Neurosis, se comienzan a describir los casos Borderlines/Fronterizos
El proceso analítico desde la teoría y la práctica se funda en un esquema dual, referido a la relación temprana, diádica madre-bebé.

Complejo nuclear de la neurosis; (Modelo Mítico) Hamlet más que Edipo (…ser o no ser…)

Posición del analista en la transferencia: se modifica y explora la dimensión materna de la transferencia.
Transferencia: se considera como una repetición de una relación de objeto del pasado (Eje inter-subjetivo). Es un fenómeno proyectivo donde se destaca la identificación proyectiva (homóloga a la transferencia neurótica), la comunicación primitiva, pre-verbal de impulsos y afectos no simbolizados.
La cura: se busca resolver problemas arcaicos, pregenitales, e incluso el basamento o núcleo psicótico, aún en los cuadros neuróticos.
Reglas técnicas: interpretación de la transferencia en el “aquí, ahora, conmigo”.  Se radicaliza la idea de comunicación de Inc a Inc.

 La Contratransferencia guía la comprensión del analista y es utilizada, más o menos explícitamente, en la interpretación. Deja de ser vista como obstáculo y pasa a ser redefinida positivamente como herramienta fundamental del trabajo analítico.   Se la considera una respuesta emocional del analista creada por la transferencia del paciente.  Abarca la totalidad del funcionamiento mental del analista, se la conceptualiza como Contratransferencia totalizadora.

El proceso: la identificación proyectiva y la CT son el eje primordial del modelo post-freudiano. Se privilegia la dimensión arcaica de la relación de objeto transferencial y la comunicación primitiva en un nivel infra-verbal.  Se tiene acceso a traumas precoces, impulsos destructivos, ansiedades tempranas y mecanismos de defensa primitivos.

Funcionamiento del analista: tiende a identificarse con la función materna. Corresponde a un ideal técnico de analista “continente” de los procesos proyectivos y su significación del mismo modo que la madre lo hace con los impulsos y la comunicación pre-verbal del infans.

Consecuencias, escisiones y críticas: se comienza a dogmatizar el modelo post-freudiano, se simplifica y mecaniza. Se comienza a desarticular del modelo freudiano. Entonces el “objeto” remplaza a la “pulsión” como polo conceptual, el Self al Yo, la destructividad predomina sobre la sexualidad, las ansiedades predominan sobre el deseo, las angustias tempranas sobre la angustia de castración, lo afectivo sobre lo representativo, lo pre-verbal sobre el lenguaje, lo diádico sobre lo triangular, lo arcaico sobre lo edípico, la neurosis se desdibuja, la madre eclipsa la importancia estructural del padre, lo genético-evolutivo ignora lo estructural, se ignora a la CT como obstáculo e interferencia y llega a sustituir la atención flotante.


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